El café es una de las bebidas más populares en nuestras tierras, es más, millones de nosotros nos levantamos a recibir cada día con una taza de café que nos ayude a despabilarnos. Hay personas que tienen el hábito de tomar café y no sufren de ningún problema por ello, pero eso no significa que sea seguro. El café puede producir ciertos problemas tras el consumo excesivo, especialmente en esos días en que se vuelve tan adictivo que no puedes dejar de tomarlo un sólo día.
Tomado en cantidades moderadas y ocasionalmente, el café puede ser incluso beneficioso. Estamos hablando claro de un café fresco, de alta calidad y si se puede orgánico. Varios estudios demuestran que el café nos pone más alertas e incluso puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, cálculos renales e incluso la cirrosis hepática.
A la vez, se ha asociado a un incremento al riesgo de sufrir de alto colesterol, enfermedad al corazón y osteoporosis.
Pero bueno, la verdad es que muchos de nosotros tomamos café más seguido de lo que deberíamos, y lo que es peor, café de baja calidad como el instantáneo o el que se sirve en máquinas dispensadoras. El café tiene efectos a largo plazo pero puede que ya estemos sufriendo de los efectos de un consumo excesivo, especialmente en nuestro sistema digestivo y nuestros niveles de estrés.
Efectos Secundarios del Café
1. Acidez
La acidez es una sensación muy incómoda que muchas veces puede aparecer tras el consumo de café, ya que éste relaja el esfínter esfínter esofágico inferior. Este pequeño músculo debería mantenerse bien cerrado una vez que has comido para prevenir que lo que está en el estómago regrese al esófago y “queme” su capa protectora con ácido clorhídrico.
La cafeína es lo que produce este efecto, por lo que tomar Coca Cola u otras bebidas con alto contenido de cafeína pueden también contribuir al reflujo de ácido.
Incluso el café descafeinado produce acidez en ciertas personas, por lo que se cree que otros componentes aparte de la cafeína podrían estar jugando un papel.
2. El Café y El Ácido Clorhídrico
Tomar café tempranito en las mañanas con el estómago vacío estimula la producción de ácido clorhídrico. Esto puede ser un problema ya que el ácido sólo debe ser producido al ingerir alimentos. Si tu cuerpo tiene que producir éste ácido más frecuentemente en respuesta a las tazas de café, le va a ser difícil producir lo suficiente para poder lidiar con una comida grande.
La digestión de proteínas es especialmente afectada por el ácido clorhídrico en el estómago, y las comidas en base a proteína pueden pasar al intestino delgado antes de que hayan sido debidamente procesadas. La proteína que no se digiere bien puede llevar a problemas como la hinchazón, flatulencias, diverticulitis e incluso cáncer de colon.
De hecho, el no procesar debidamente las comidas nos puede llevar a muchos otros problemas de salud. Algunos expertos incluso aseguran que casi todas las enfermedades comienzan en la barriga, por esto podemos ver lo importante que es limitar aquellas cosas que no permiten su correcto funcionamiento.
3. Stress y Tensión
Tomar mucho café es algo que ayuda a liberar cortisol, epinefrina y norepinefrina, las 3 hormonas del estrés. Estos químicos incrementan el ritmo de tu corazón, la presión arterial y niveles de tensión.
Decimos que tomamos café para tener más energía, pero al final muchos sólo acabamos ansiosos y con tensión, imposibilitados de relajarnos hasta que el efecto de la cafeína haya pasado. Puede que ayude en el trabajo, pero que tenemos que ver más allá de lo que hacemos y el dinero y concentrarnos en nuestra salud a futuro. Suficiente estrés tenemos con el que nos impone la vida diaria.
La acción de las hormonas también interfiere con el proceso digestivo. Cuando estás en “modo estrés”, el cuerpo va a administrar sus recursos para lidiar con las amenazas potenciales en nuestro entorno, que muchas veces no se concretan, quitando recursos que deberían ir hacia una correcta digestión.
4. Acrilamida en el Café
La acrilamida es considerada una sustancia que es potencialmente carcinógena, y que es producida cuando los granos de café son tostados a alta temperatura. Mientras más oscuro el café, más altos los niveles de acrilamida. De hecho, el café es una de las fuentes principales de esta substancia.
Les recomiendo leer éste artículo para leer más sobre los peligros de la acrilamida.
5. El Café, la Absorción de Minerales y la Salud Renal
Los consumidores asiduos de café pueden tener problemas en obtener los minerales suficientes en su dieta, incluso si ingieren comida rica en ellos o suplementos. Esto ocurre porque el café interfiere con la absorción de hierro en el estómago, en particular, la habilidad de los riñones de retener calcio, magnesio, zinc y otros minerales.
Hay que tener en cuenta que cualquier interferencia con la absorción de magnesio puede ser asunto serio ya que es necesario para mantener un balance intestinal, algo que de por sí muchos no tenemos.
6. El Café Como Laxante
El consumo regular de café puede estimular la peristalsis, el proceso en el tracto digestivo que nos hace querer ir al baño. Algunas personas lo usan con este propósito, pero puede que no sea una buena idea, ya que al estimular la peristalsis, el café también promueve el paso rápido de los contenidos del estómago al intestino delgado, muchas veces antes de que haya sido bien procesada.
En éste estado, te va a ser más difícil absorber los nutrientes contenidos en la comida. Es posible también que tengamos más chances de sufrir de una irritación e inflamación dentro del tracto gastrointestinal. Se ha observado un efecto similar incluso en el café descafeinado.
7. El Café y las Úlceras
Tanto la cafeína como los diferentes ácidos contenidos en los granos de café pueden irritar tu estómago y el recubrimiento de tu intestino delgado. Se sabe que es un problema para los pacientes que sufren de úlceras, gastritis y la enfermedad de Crohn, es por eso que los médicos les recomiendan evitarlos a toda costa.
El café puede jugar su rol en la formación de úlceras. Si bien éstas son causadas generalmente por la bacteria Helicobacter pylori, lo cierto es que el café puede dejar el estómago ya con defensas débiles, haciendo la tarea de la bacteria más fácil.
El Café es Rico, Pero Hay Que Cuidarnos
Cuando se trata de café, mucha gente defiende su consumo fervientemente, incluso diciendo que no pueden si quiera comenzar el día sin una taza de café. Pero como ves, es bueno replantearnos las cosas y ver realmente si estamos excediéndonos en su consumo
Dejar el café puede ser difícil para algunos pero cuando la salud sufre, no queda de otra. Hay que cambiar los hábitos de a pocos y tratar de no depender del café para hacernos cargo de nuestras cosas. Lo mejor es buscar una bebida similar que no tenga efectos negativos y nos ayude a lidiar con el efecto de abstinencia.